Junta Directiva del Banco de la República presenta Informe al Congreso

El Banco de la República entregó hoy el segundo Informe de la Junta Directiva de este año al Congreso. En él, se hace un detallado análisis de la situación de la economía colombiana y de la economía mundial. Al respecto concluye:
 
Crecimiento
 
  • El producto interno bruto (PIB) para el primer trimestre de 2009 publicado recientemente por el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (DANE) mostró que la economía colombiana ha logrado resistir, mejor que muchos otros países emergentes, los duros efectos de la crisis. Esto no es algo fortuito, sino el reflejo de los buenos fundamentos económicos del país y de la política económica prudencial que antecedió a la crisis
  • Numerosos indicadores reflejan la mayor fortaleza de la economía colombiana:
    • Nivel de Reservas Internacionales
    • Solidez patrimonial y baja exposición al riesgo del sistema financiero
    • Menor deuda externa (pública y privada) como proporción del PIB
    • Mayores tasas de ahorro e inversión de la economía
    • Mayor capacidad de crecimiento potencial en un contexto de inflación baja y estable
 
  • Otro aspecto que refleja la resistencia de la economía colombiana a los efectos de la crisis es que, a pesar del difícil contexto externo, el PIB colombiano no continuó  contrayéndose durante el primer trimestre de 2009 más allá de la caída del 1% anual registrada durante el cuarto trimestre de 2008. Concretamente, frente al último trimestre de 2008, la economía colombiana creció 0,2%. Si bien aún es prematuro hablar de recuperación, este resultado sugiere que la economía colombiana habría logrado estabilizarse, y que posiblemente lo peor de la crisis ya pasó.
  • Los canales por medio de los cuales la crisis financiera internacional ha afectado a la economía colombiana están asociados principalmente con:
    • Deterioro de la confianza de consumidores y empresarios
    • Menores precios de la mayoría de bienes exportados
    • Caída de las remesas
En contraste, los canales de contagio financiero no han operado con fuerza para Colombia, pues la crisis internacional no ha impedido el acceso del país a los mercados de crédito internacional, ni tampoco ha generado fuga de capitales.
  • Sector transable de la economía colombiana: Las actividades productivas vinculadas al comercio mundial experimentaron durante el primer trimestre una contracción de 1,8% anual, tres veces superior a la del total de la economía.
  • Sector no transable de la economía colombiana: Las actividades orientadas a atender el mercado interno lograron un ligero crecimiento  de 0,1% en el primer trimestre. Evidentemente este sector no es ajeno a la crisis, aunque en este caso el impacto de la misma se produce de manera indirecta por la pérdida de confianza, que reduce el consumo de los hogares y la inversión. Dentro de este sector se destaca el buen desempeño del sistema financiero, que logró crecer 4,1% anual durante el primer trimestre. Pero fue sin duda el notable desempeño de la construcción de obras civiles (21,2%) el factor fundamental que impidió que el sector no transable se contrajera, evitando así una caída más aguda de la economía.
 
Desempleo
 
La desaceleración del crecimiento económico se ha reflejado en un incremento de la tasa de desempleo, que por sus consecuencias sociales constituye sin duda uno de los efectos más preocupantes de la crisis mundial. La información disponible más reciente señala que la tasa de desempleo del trimestre marzo- mayo se ubicó en 11,9% para el total nacional y 12,9% para las trece principales ciudades.
 
  • El mayor desempleo ha sido el resultado de una expansión de la oferta laboral que ha superado el aumento de la demanda. La entrada de trabajadores adicionales a la oferta laboral, que buscan compensar una caída de ingresos familiares o la pérdida de trabajo del jefe del hogar, supera la capacidad de creación de empleo que actualmente tiene la economía, incrementándose así la tasa de desempleo.
 
Acciones de Política Monetaria
 
  • La respuesta de política monetaria por parte de la Junta Directiva del Banco de la República (JDBR) para amortiguar los efectos negativos de la crisis global ha sido ágil y oportuna, sin apartarse de su mandato constitucional de preservar el poder adquisitivo de la moneda. En octubre de 2008, pocas semanas después del recrudecimiento de la crisis financiera internacional, la JDBR decidió:
    • Reducir el encaje bancario sobre los depósitos ordinarios
    • Reducir a cero el requisito de depósito sobre operaciones de endeudamiento externo
  • A partir de diciembre de 2008, adelantándose a los demás bancos centrales de América Latina, la JDBR inició un rápido proceso de reducción de la tasa de interés de política, que a finales de junio de 2009 acumulaba un recorte de 550 puntos básicos (pb), con lo cual la tasa repo central para suministro de liquidez al sistema bancario pasó de un nivel de 10% a uno de 4,5%.
  • La transmisión de la reducción de la tasas de política a las tasas de interés de los créditos del sistema financiero ha sido muy rápida. Las tasas de casi todas las modalidades de crédito han respondido al relajamiento de la política monetaria, destacándose la tasa de interés del crédito comercial, con una reducción de 638 pb en el mismo periodo.
  • La menores tasas de interés del crédito y la solidez del sistema financiero han contribuido a sostener cierto dinamismo de la cartera total, que al concluir el primer semestre del año alcanzaba un crecimiento del 14% anual. Este incremento es satisfactorio, teniendo en cuenta las condiciones de desaceleración económica y la pérdida de confianza de consumidores e inversionistas,
  • En particular, cabe destacar el dinamismo del crédito comercial, al alcanzar un crecimiento de 20% durante el primer semestre. Este tipo de crédito está básicamente orientado hacia las empresas, por lo cual ayuda a mantener el dinamismo de la inversión productiva.
  • En contraste, el crédito de consumo ha permanecido casi estancado, con una tasa de crecimiento anual de 2,8% durante el primer semestre. El escaso dinamismo de esta modalidad de crédito refleja su rápida expansión en el pasado; la pérdida de confianza de los consumidores; la caída del consumo de los hogares, y la lenta respuesta de su tasa de interés a la reducción de la tasa de política, en vista del mayor riesgo inherente a clase de préstamos.
La política monetaria que se ha venido llevando a cabo, en un contexto de flexibilidad cambiaria, junto con la prudente política de estímulo fiscal anunciada por el Gobierno, continuarán moderando los efectos sobre la economía colombiana, de lo que muchos analistas ya consideran la peor crisis económica desde la Gran Depresión de los años treinta. Ello ayudará a preservar  la solidez de la economía y la preparará para iniciar una rápida recuperación, una vez mejoren las condiciones externas.
 
Bogotá, 31 de julio de 2009 (3:15 p.m.)
03:15 p.m.