La industria en el Eje Cafetero y los departamentos de Bolívar, Santander y Tolima 1985-2001
Colombia y Venezuela se constituyen en el eje principal de la integración económica de la Comunidad Andina de Naciones –CAN-, con un vínculo que ha perdurado a lo largo de muchos años. No obstante, diversos factores en el campo político, económico y social, propiciaron diferencias entre las dos naciones. Mientras en Venezuela, los síntomas de recesión en el marco de profundos desequilibrios externos e internos afectaron su economía, con una disminución del Producto Interno Bruto –PIB- de 9.2%, la más elevada en los últimos cincuenta años y con una tasa de desempleo que alcanzó 16.5% en el año 2002; en Colombia el entorno no fue menos drástico, puesto que en 1999, la economía presentó una contracción en su crecimiento de 4.2%, en tanto que la tasa de desempleo llegó al 18.1%. Pese a lo anterior, se registró un excelente resultado en materia de inflación, cuya tasa cayó desde ese año a un dígito, manteniéndose en adelante en niveles bajos. Las relaciones fronterizas colombo – venezolanas, se concentran especialmente en Cúcuta y su Área Metropolitana, por el lado colombiano, mientras que por el venezolano se destacan San Antonio, Ureña y San Cristóbal, constituyéndose en el paso más dinámico entre los dos países. En estas regiones el fenómeno del contrabando se constituye en un factor determinante en el entorno económico y social de los dos países, al generar altos niveles de empleo y rentabilidad en la comercialización de los productos. A su vez, el diferencial de precios se constituye en estímulo a las operaciones de comercio ilegal, teniendo enEntre 1985 y finales de siglo el sector industrial en Colombia observó una participación cercana al 15.0% del Producto Interno Bruto -PIB-. En este período, el sector fue uno de los mayores generadores de empleo aunque con una tendencia descendente a lo largo de la serie. Para el caso de los departamentos del Eje Cafetero, integrado por Caldas, Quindío y Risaralda, además de Bolívar, Santander y Tolima, analizados en este documento, el comportamiento fue similar al nacional, puesto que en Bolívar, Santander y Risaralda los aportes al PIB de cada región se acercaron a tasas del 20%, 16% y 15%, respectivamente. Por su parte, en Caldas, Tolima y Quindío se registró una menor participación, en su orden del 13%, 9% y 5% aproximadamente, debido al mayor peso relativo del sector agrícola.
La estructura industrial de Colombia no ha presentado cambios significativos durante los últimos años, puesto que la producción bruta ha estado basada en el consumo no durable y los bienes intermedios, los cuales representaron en conjunto un poco más del 60% del total. En cambio, en los departamentos considerados se registraron modificaciones importantes, como es el caso de Caldas donde los bienes de capital ganaron cerca de cuatro puntos porcentuales; en Santander y Bolívar el grupo de derivados del petróleo pasó a ser el principal componente al finalizar el periodo; en Tolima los bienes intermedios aumentaron su participación en 16.3%; en el Quindío no se registraron variaciones, al estar supeditada la producción a los bienes de consumo durable y no durable en más del 90% en el promedio de todos los períodos.
La evolución de la producción industrial de Colombia en estos 16 años presentó un crecimiento promedio importante en los periodos 1985-1990 y 1990-1995 del 5.5% y 7.2% en su orden, mientras que en el lapso 1995-2000 señaló un aumento promedio del 1.1%, como efecto de la crisis por la que atravesó el país en los años de 1998 y 1999. El balance para los seis departamentos fue destacado aún en el periodo 1995-2000, con excepción de Caldas y Risaralda, que en este período sólo aumentaron 2.4% y 1.1%, en su orden. cuenta la rentabilidad que genera la actividad económica respectiva.