Reactivación de la creación de empleo y determinantes financieros de la demanda laboral empresarial durante la pandemia
La serie de Reportes del Mercado Laboral (RML) es una publicación trimestral del Grupo de Análisis del Mercado Laboral (Gamla) del Banco de la República, creado en 2017. Las opiniones y posibles errores son responsabilidad exclusiva del autor y sus contenidos no comprometen al Banco de la República ni a su Junta Directiva.
El objetivo de esta serie es ampliar la discusión y entendimiento sobre la coyuntura del mercado laboral colombiano, ofreciendo información pertinente para el público en general. Adicionalmente, esta serie busca una mejor aproximación con las diferentes audiencias, sobre resultados valiosos de investigaciones recientes sobre este tema y pertinentes para la labor del Banco de la República como son los temas relacionados con la fluidez del mercado laboral, la tasa de desempleo estructural, los impactos de impuestos a la nómina, los pronósticos de la tasa de desempleo, e indicadores líderes del mercado laboral, entre otros.
Después de un primer semestre estancado, el empleo volvió a crecer en julio y en agosto. Este repunte de la ocupación ha sido, sobre todo, marcado en los municipios intermedios y el área rural. Por segmentos del empleo nacional, el no asalariado, cuyo crecimiento se había frenado en el segundo trimestre por los efectos derivados de los picos de contagio por Covid-19 y de la situación de orden público en el país, volvió a crecer; mientras tanto, su contraparte asalariada se mantuvo estable. En contraste, en las principales ciudades el sector formal impulsó la creación de empleo, lo que se tradujo en una reducción de la tasa de informalidad urbana. Este dinamismo del empleo formal se confirma en otros indicadores provenientes de registros administrativos, y es acorde con el comportamiento de los índices de vacantes y las encuestas de expectativas de aumentos de personal, los cuales muestran mejoras notorias en el tercer trimestre. Por sectores, se observan importantes heterogeneidades, siendo los de recreación y manufacturas los más rezagados en su recuperación. En cuanto a productividad laboral, esta volvió a los niveles pre-pandemia tras un abrupto crecimiento en 2020, resultante de la caída en las horas trabajadas. Sin embargo, este último resultado agregado esconde una gran heterogeneidad sectorial en la productividad.
Por su parte, en ausencia de restricciones a la movilidad y con la reapertura gradual de las instituciones educativas y de cuidado, se observó un repunte de la participación laboral, luego de su caída en el segundo trimestre. A pesar de lo anterior, y debido al mayor aumento de la ocupación, las tasas de desempleo (TD) continuaron descendiendo y llegaron en agosto a su nivel más bajo desde el inicio de la pandemia. No obstante, persisten importantes diferencias en la TD, tanto entre ciudades como entre grupos poblacionales, siendo en esta última categoría particularmente notable la brecha de género. Además, las reducciones de la TD han sido modestas con respecto a los aumentos en las tasas de vacantes. A la luz de la curva de Beveridge, lo anterior sugiere un mercado laboral holgado, que no presiona al alza la inflación vía costos salariales. Esto lo confirman las mediciones de ingreso por hora, especialmente en el segmento no asalariado, que siguen por debajo de los de inicios de 2020. Dado todo lo anterior, en este reporte se estima que la TD continuaría cayendo en lo que resta de 2021 y en 2022, pero de manera gradual. Se espera que la TD nacional se sitúe en el cuarto trimestre de 2021 entre el 11,2 % y 13,3 %, y que en 2022 lo haga, en promedio, entre el 10 % y 13 %. Dados estos pronósticos, las estimaciones de la TD de largo plazo consistente con una inflación estable (Nairu) apuntan a una brecha de TD urbana que pasaría de alrededor de 2,6 puntos porcentuales (pp) en 2021 a 1 pp en 2022. Lo anterior sugiere que, si bien la brecha se estaría cerrando, el mercado laboral continuaría holgado en el horizonte de pronóstico.
Este reporte se divide en dos secciones. En la primera se profundiza en los hechos coyunturales del mercado laboral anteriormente descritos. En la segunda se estudia el efecto de la crisis sanitaria sobre el número de empresas formales y el empleo que generan, con énfasis en la heterogeneidad por sectores y tamaño. Además, para las empresas grandes, en donde existe la posibilidad de analizar la evolución de su demanda laboral condicional al desempeño financiero previo a la pandemia, se estudian los efectos heterogéneos de la crisis, dependiendo de dichas condiciones financieras. Se concluye que mientras que en el universo de empresas formales hubo tanto salida de empresas como reducciones en el tamaño de la nómina, en las más grandes este último ajuste fue el que predominó. Los mayores recortes de personal en estas empresas se registran en aquellas con menores niveles de productividad (medida por salario promedio), liquidez y margen de rentabilidad, así como en aquellas con mayor nivel de endeudamiento. Estos resultados destacan que la salud financiera de las empresas es uno de los factores críticos a la hora de entender el impacto que tuvo la pandemia sobre la demanda laboral.