¿Por qué se produce la inflación?
La inflación se puede originar por ciertos cambios en variables fundamentales de la economía que aumenten la demanda o deterioren la oferta agregada de un país, y por esta vía verse reflejado en un incremento en los precios. En el caso de la demanda, fuertes incrementos puede obedecer, por ejemplo a: un mayor ingreso disponible de los hogares; por unas tasas de interés reales muy bajas que desestimulen el ahorro e incentiven excesos de crédito y de gasto de los agentes, o por un crecimiento desmedido del gasto del Gobierno, entre otros. Si estos aumentos en la demanda de bienes y servicios van más allá de lo que el sector productivo de una economía puede generar, se generan a aumentos generalizados en los precios. Esto, porque los vendedores, al ver una demanda elevada por sus productos a niveles que superan la oferta de la economía, tienen incentivos a subir el precio de sus bienes y servicios. En estas condiciones, las decisiones de política monetaria están encaminadas en evitar excesos de gasto, para que de esta manera no se presenten presiones sobre los precios y, por tanto, se logre mantener la inflación baja y estable.
Hay otros factores que pueden afectar la oferta de bienes y servicios de la economía y generar aumentos en los precios. Por ejemplo, incrementos excesivos en los costos de producción de las empresas debido a aumentos elevados en los salarios o en los precios de las materias primas. También, cambios drásticos en el clima o huelgas en algún sector económico pueden disminuir de forma transitoria la oferta de bienes y servicios y generar inflación. En estas condiciones, por ser un aumento transitorio de la inflación, la postura de la política monetaria no se modifica.