Reporte de Estabilidad Financiera - Septiembre 2016
Al analizar la situación actual de los establecimientos de crédito durante el primer semestre de 2016 (EC), se observó un menor crecimiento en todas las modalidades de cartera, en especial la comercial y la de microcrédito. En cuanto a los indicadores de calidad por riesgo (ICR) y calidad por mora (ICM), se observa un incremento para el primero y un comportamiento relativamente estable para el segundo. Frente a la composición del pasivo, disminuyó la participación de las cuentas de ahorro, las cuentas corrientes y los créditos de bancos, al tiempo que aumentó la contribución de los CDT en todos los plazos.
En cuanto a las instituciones financieras no bancarias (IFNB), en junio de 2016 se registró una mayor tasa de crecimiento real anual del total de activos en comparación con lo observado en diciembre de 2015. A pesar de que la mayoría de los portafolios en posición propia tuvieron decrecimientos reales, la dinámica de los portafolios administrados permitió esta aceleración. Su portafolio de inversiones en posición propia se concentró principalmente en títulos de deuda (privada y pública), así como en renta variable local. Frente a la rentabilidad de las IFNB en posición propia, se destaca la caída del ROA para las sociedades comisionistas de bolsa (SCB) y las sociedades fiduciarias (SFD). Por su parte, las comisiones de las primeras han exhibido un decrecimiento real, mientras que para las SFD han crecido, aunque a un ritmo menor al observado hace seis meses.
El análisis de los principales deudores del sistema financiero muestra que el sector corporativo ha reducido su endeudamiento. La disminución experimentada por el sector privado obedeció principalmente a que el saldo de crédito con entidades financieras del exterior, expresado en pesos, disminuyó a causa de la apreciación del peso, mientras que la caída en el endeudamiento del sector público se explica por el menor saldo de bonos en el exterior (también asociado a la apreciación del peso) y por una reducción del endeudamiento con entidades financieras nacionales.
Frente al desempeño de las empresas a diciembre de 2015, se observó un deterioro en los indicadores de actividad, rentabilidad, endeudamiento, liquidez y riesgo con respecto a 2014 y al promedio histórico. Al realizar un análisis por sector económico, se encuentra que los de minería, transporte, almacenamiento y comunicaciones, actividades financieras, y hoteles y restaurantes, son los que han presentado un mayor incremento en su riesgo de crédito.
Por otro lado, el análisis de las empresas operadoras de libranzas muestra que a pesar de que el saldo de cartera comercial otorgado a estas empresas ha aumentado, la exposición de los EC a estos agentes siempre ha sido baja, y de hecho ha disminuido. Por su parte, los indicadores de riesgo de crédito de las empresas vulnerables a la depreciación del peso exhibieron un deterioro entre 2014 y 2016. A pesar de lo anterior, estos han sido consistentemente más bajos que los de las empresas no vulnerables, y la exposición del sistema a estas empresas también es baja.
En cuanto a la situación financiera de los hogares, se destaca la desaceleración en el crecimiento del endeudamiento, en especial en la cartera de consumo. Lo anterior se reflejó en un indicador de carga financiera, calculado a nivel agregado, relativamente estable. Sin embargo, el ICM y el ICR han mostrado deterioros, reflejando algunas vulnerabilidades en los subsectores de vehículos, libre inversión, tarjetas de crédito y vivienda no VIS.
El sector financiero aumentó su riesgo de mercado, dada la mayor duración de su portafolio de TES, en un contexto en el que la curva cero cupón de los TES en pesos se aplanó, debido a las desvalorizaciones de la parte corta y las valorizaciones de las partes media y larga. La caída en la tasa de interés de los títulos más largos se debió en parte a la mayor demanda de inversionistas extranjeros en este segmento. Por su parte, el mercado de deuda privada ha mostrado desvalorizaciones en todos los plazos de la curva de rendimientos.
Al analizar el indicador de riesgo de liquidez (IRL), se encontró que los EC cuentan con niveles adecuados de recursos líquidos para cumplir con sus obligaciones de corto plazo. Al analizar la dinámica de los pasivos y el patrimonio de los EC, se observa que persiste la tendencia decreciente presentada desde mediados de 2015, destacándose la menor contribución de los depósitos a la vista, las operaciones pasivas del mercado monetario, crédito de bancos y obligaciones financieras, y otros pasivos. Por otro lado, se resalta que los depósitos a término son el componente del pasivo que más aporta al crecimiento real anual del fondeo.
Por último, los ejercicios de sensibilidad propuestos evalúan la resiliencia de los bancos comerciales ante un escenario negativo y poco probable, el cual incluye un aumento en la prima de riesgo país, el cierre gradual del financiamiento externo para la economía colombiana y la materialización de un conjunto de riesgos para el sistema (riesgo de crédito, riesgo de mercado y riesgo de liquidez). Los resultados indican que el impacto del escenario hipotético sobre la solvencia técnica del sistema bancario tendría una magnitud moderada. Al mismo tiempo, se observarían ciertos efectos negativos sobre el volumen de la cartera, su calidad y la rentabilidad del negocio bancario. Lo anterior resalta la necesidad de continuar con el monitoreo cuidadoso, tanto de la situación financiera de los deudores y las entidades, como de las condiciones cambiantes del financiamiento internacional.
José Darío Uribe
Gerente General