Reporte de Estabilidad Financiera - Marzo 2016
Al analizar la situación actual de los establecimientos de crédito (EC), se observó una desaceleración para todas las modalidades de cartera durante el segundo semestre de 2015, principalmente para las de microcrédito y consumo. En cuanto a los indicadores de calidad por riesgo (ICR) y calidad por mora (ICM), se apreció un comportamiento estable para el primero y una mejoría para el segundo. Frente a la composición del pasivo, se evidenció una menor participación de las cuentas de ahorro, corrientes y certificados de depósito a término (CDT) menores a un año, mientras que se resalta una mayor participación de los CDT con plazos mayores a un año y de las fuentes de fondeo no tradicionales (principalmente los créditos de bancos y otras obligaciones financieras, y las operaciones del mercado monetario). Al analizar los indicadores de solvencia, estos se mantuvieron relativamente estables con respecto a lo observado un año atrás. De igual manera, el ROA y el ROE exhibieron un comportamiento estable, y se ubican cerca del promedio de los últimos cinco años.
En cuanto a las instituciones financieras no bancarias (IFNB), se registró una desaceleración en el crecimiento real anual del total de activos, tanto en posición propia como administrada durante el segundo semestre de 2015. Su portafolio de inversiones se concentró principalmente en títulos de deuda (privada y pública), al igual que lo registrado seis meses atrás. Frente a la rentabilidad de las IFNB en posición propia se destaca la estabilidad del ROA para las sociedades comisionistas de bolsa (SCB) y las sociedades fiduciarias (SFD); sin embargo, al observar el comportamiento de las comisiones, estas han disminuido para las SCB y aumentado para las SFD.
El análisis de los principales deudores del sistema financiero muestra que el sector corporativo ha aumentado su endeudamiento, en especial con entidades del exterior, como resultado de la depreciación del peso; no obstante, se observa que a septiembre de 2015 el sistema financiero no se encontró excesivamente expuesto a firmas potencialmente vulnerables a una depreciación en la tasa de cambio. Al realizar un análisis por sector económico, el agropecuario, el minero y el de transporte registraron un ICR e ICM superiores al de los demás sectores. En cuanto a la situación financiera de los hogares, se destaca la desaceleración en el crecimiento del endeudamiento, en especial en la cartera de consumo; sin embargo, el indicador de carga financiera ha aumentado durante los últimos meses debido a que el ingreso disponible crece a una menor tasa que el endeudamiento. Lo anterior no se ha visto reflejado en una materialización del riesgo de crédito, dada la mejora en los indicadores de calidad de la cartera.
En términos de la exposición al riesgo de mercado de los EC y de las IFNB, se registró un aumento durante el último semestre de 2015, explicada principalmente por la desvalorización de los títulos de renta fija. Frente al comportamiento del mercado de renta variable se evidenció una recuperación del índice Colcap, aunque este aún registra tasas de crecimiento anuales negativas. En cuanto a los inversionistas extranjeros en el mercado local de deuda pública, su participación sobre el total de TES continuó aumentando. El plazo al vencimiento de este portafolio se concentra en el mediano y largo plazos, donde la representatividad de estos títulos es alta frente al total de la deuda del Gobierno.
Al analizar el indicador de riesgo de liquidez (IRL), se observó que los EC cuentan con niveles adecuados de recursos líquidos para cumplir con sus obligaciones de corto plazo. Por otro lado, factores estructurales, como la implementación de la Cuenta Única Nacional (CUN), además de elementos coyunturales, como el aumento en el costo de las fuentes de fondeo externas, la acumulación de recursos para financiar las obras de infraestructura de cuarta generación (4G) y el vencimiento de TES en el segundo semestre de 2016, se han traducido en una menor disponibilidad de recursos, una mayor competencia por los mismos y mayores tasas de captación.
Por último, los ejercicios de sensibilidad propuestos evalúan la resiliencia de los bancos comerciales ante un escenario negativo y poco probable, el cual incluye el cierre del financiamiento internacional para la economía colombiana y la materialización de un conjunto de riesgos para el sistema (riesgo de crédito, riesgo de mercado y riesgo de liquidez). Los resultados indican que el impacto del escenario hipotético sobre la solvencia técnica del sistema bancario tendría una magnitud moderada. Al mismo tiempo, se observarían ciertos efectos negativos sobre el volumen de la cartera, su calidad y la rentabilidad del negocio bancario. Lo anterior resalta la necesidad de continuar con el monitoreo cuidadoso, tanto de la situación financiera de los deudores y las entidades, como de las condiciones cambiantes del financiamiento internacional.
José Dario Uribe
Gerente General