¿Por qué la flexibilidad cambiaria es un pilar fundamental para el esquema de inflación objetivo?

En el esquema de inflación objetivo la flexibilidad cambiaria es importante porque cumple varias funciones que contribuyen a mantener la estabilidad macroeconómica. Una de las más importantes es amortiguar los choques económicos (positivos o negativos) que ocurren en el resto del mundo, los cuales afectan nuestra economía. Así, por ejemplo, si se trata de choques positivos como por ejemplo un auge de los precios de los bienes de exportación (petróleo, café u otros bienes básicos), se produciría una apreciación de la tasa de cambio por la entrada de más divisas al país, reduciendo así las presiones inflacionarias derivadas de una bonanza externa y mayores compras en el exterior.

 

Si el choque externo es negativo, como sucede cuando los precios internacionales de los bienes básicos de exportación disminuyen de manera significativa, y, por ende, se reducen los ingresos de las finanzas públicas y el sector privado del país, la depreciación del peso suaviza esos efectos al compensar parcialmente con mayores ingresos debido a que la tasa de cambio está más alta. Además, la depreciación incrementa la competitividad de las exportaciones y de los sectores que compiten con las importaciones, lo que estimula la actividad económica, el empleo y contribuye a limitar el deterioro del balance externo del país. Por ello, cuando se presentan choques negativos, se espera que la depreciación del peso contribuya en el ajuste de la economía colombiana a las nuevas condiciones externas.

 

Otra función importante de la flexibilidad cambiaria es darle independencia a la política monetaria, al permitir que esta última se concentre en su objetivo constitucional de mantener una inflación baja y estable y alcanzar el máximo nivel sostenible del producto y del empleo. Si existiese un objetivo de tasa de cambio, ambos objetivos entrarían en contradicción, por lo que la política monetaria perdería su independencia y credibilidad, y muy seguramente ninguno de los dos objetivos se podría cumplir. De manera adicional, la flexibilidad cambiaria reduce los incentivos para tomar excesivos riesgos cambiarios por parte de los diferentes agentes; por ello, la flotación cambiaria contribuye también a la estabilidad financiera.

 

Lo anterior no significa que la autoridad monetaria debe permitir siempre y en toda circunstancia una flotación pura de la tasa de cambio. El Banco de la República puede intervenir en el mercado cambiario mediante ventas “esterilizadas” de divisas si se percibe una alta probabilidad de un “desalineamiento cambiario”, una situación crítica de liquidez en el mercado del dólar o si se juzga que dicha intervención es necesaria y efectiva para complementar la política monetaria en su propósito de mantener la inflación cercana a la meta (3%). Asimismo, la Junta Directiva monitorea en forma cuidadosa el comportamiento y las proyecciones de la actividad económica, la inflación y demás variables que puedan afectar el cumplimiento de los objetivos de la política monetaria.

Si está interesado en conocer sobre los datos estadísticos relacionados con la tasa de cambio, el Banco de la República publica los datos estadísticos en su sección Estadísticas/Tasas de cambio; allí encontrará los datos relacionados con: tasa representativa del mercado (TRM), índice de la tasa de cambio real (ITCR), intervenciones del Banco a través de subastas automáticas de opciones (promedio móvil), monedas de reserva, conversión del día para países vecinos y tasa de cambio para monedas disponibles.